En los años 50, pasada la 2a. Guerra Mundial el miedo y la inseguridad ayudaron a la aparición de novelas que mostraban el miedo a las consecuencias de la energía atómica y a las ucronías que describían mejores o peores escenarios para la Humanidad.
Mutante de Henry Kutner introdujo el concepto de la aparición de una especie nueva. Fuera de las consideraciones de miedo y superioridad podemos entender el miedo a lo desconocido en un momento en que el Darwinismo empezaba a aceptarse.
Theodore Sturgeon introdujo el concepto de Gestalt como evolución de un grupo de niños aparentemente subnormales a una mente conjunta superior en Más que Humano, la raza humana crecía a partir de los marginados.
Pero el gran genio del EPS fue sin duda Alfred Bester, primer ganador de un Hugo por El hombre demolido una novela de asesinos y detectives telépatas en las que era necesario demostrar que el asesino era … el asesino conocido desde la primera página por todos los personajes de la novela. Una de las grandes novelas no solo de CF sino del género detectivesco.
Por si no fuera suficiente, Bester nos regaló otra épica obra maestra: Las estrellas mi destino donde un náufrago espacial conseguía no solo sobrevinir sino trascender más allá de la humanidad e intentar vengarse cual Edmundo Dantés estelar. Épica y dramática bebiendo de la literatura clásica del siglo anterior.
La segunda gran temática de la decada de los 50 fué la aparición de ucronías temporares, vamos la gran pregunta ¿ Y si …?
A finales del 1949 Fredric Brown dejó los relatos cortos y publicó su primera novela larga, Universo de locos donde introducía el concepto de los universos alternativos porque en aquellos años hablar de paralelismos en el espacio tiempo era bastante problemático. Brown satirizaba sobre las civilizaciones galácticas y los científicos alienigenas, aunque sin llegar al histrionismo de Marciano, vete a casa.
En La patrulla del tiempo Paul Anderson introdujo el concepto de una organización dedicada a mantener el continuo espacio temporal basada en una idea de Asimov para evitar que el descubrimiento de los viajes en el tiempo provocaran una reescritura de la historia.
Ray Bradbury nos presentaba una alternativa temporal en la que la lectura y el pensamiento libre estaban prohibidos. Farenheit 451 ganó una merecida fama debido a la película de Truffaut, pero la novela era mucho más cruda y crítica con los pensamientos monolíticos de la Europa de la posguerra.
Per las dos novelas distópicas más conocidas de la época son Soy leyenda de Richard Matheson y El hombre en el castillo de P.K. Dick.
La novela de Dick es más tardía porque tuvo graves problemas de publicación por la idea de que el Eje había ganado la 2a. Guerra Mundial y que los americamos estaban intentando asimilar la mentalidad japonesa. Esta novela marcó en alguna manera el fin de las distopias por que su construcción monolítica y la complejidad que desarrolló Dick llego a un grado de magnificencia que asutó a quienes hubieran seguido su idea. PK Dick entró en una etapa de autodestrucción lisergica de la que no salió bien parado para desgracia de sus admiradores.
Soy leyenda de Richard Matheson relata un futuro dominado por vampiros fotofobos herederos de Dracula que tienen por enemigo irreductible al último humano que no se ha contaminado de un virus producido artificialmente.
Es la primera novela que enlaza el terror con la CF en su vertiente más gótica. La descripción de las grandes ciudades abandonadas y las persecuciones nocturnas son un climax digno de Shelley en su Frankenstein, reconocido como primer intento de CF.
Misterio, detectives, venganza, policia, terror primigenio … la Ciencia Ficción entraba en un periodo prolífico que haria que ya nada fuera igual en la segunda mitad del siglo pasado.
M'agrada S'està carregant...